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De menos a más resultó la corrida de cierre de temporada en la plaza de Toros de Mérida, que fue de silbidos hasta el grito de Torero… Torero…!!! en donde hubo de todo un poco con una muy buena entrada.

Como antecedente Gerardo Adame estaba anunciado originalmente en el Cartel, pero no apareció por una lesión siendo remplazado por el matador hidrocálido Héctor Gutiérrez, quien salió en hombros en una tarde para él inolvidable cortando dos orejas.

A pesar de que el ganado de Villa Carmela no fue de lo mejor, los tres matadores se llevaron por lo menos una oreja, los apéndices tanto de Andrés Roca Rey como de Luis David acompañados por música de viento del respetable a manera de protesta, y con el sexto de la noche el Juez había concedido una y por la petición de los aficionados terminó concediendo el par de orejas más que bien merecidas.

Luis David le cortó oreja a su segundo de la noche de nombre «Contigo Aprendí» con 520 kilos, de buena presencia, luciendo con la muleta con algunas series de pases con temple y buen arte sacándole al burel lo que tenía que dar y matando con estocada poco tendida pero suficiente para que doblara la bestia, logró vuelta al ruedo aunque con algunas silbatinas dividiendo opiniones.

David Roca Rey no podía quedarse atrás y dicen que no hay quinto malo, aunque «Manzanero» de 490 kilos fue difícil de descifrar e incluso revolcó al matador sin mayor daño que no pasó del susto, Roca se levanto valientemente a seguir con su faena que agradó a la Tribuna, bien plantado y con pases muy cerca demostrando con certeza el por qué es uno de los aclamados de la afición, a la hora de matar falló en su primer intento, pero en el segundo coloco el estoque en inmejorable sitio doblando al burel, cortándole oreja en medio de palmas en su vuelta al ruedo.

Ya para el sexto de la función, casi todo el personal de cuadrillas abandonó la plaza con el permiso del juez por compromiso de viajar a Tijuana, pero eso no impidió que Héctor brillara en sus labores con «Hacendado», de 520 kilos y bien presentado de cornamenta llevándolo con pases llenos de arte y buenas hechuras, plantado magistralmente y sacándole pases de rodillas aunque se llevó un buen susto cuando el toro lo prendió haciéndolo volar pero sin consecuencias más que su traje de luces color sangre y oro rasgado en la pierna, la magistral estocada fulminó al astado que dobló de inmediato llevándose la ovación y ganándose al graderío.

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