El cantante Joan Manuel Serrat dijo definitivamente adiós a los escenarios este viernes, en el último concierto de su gira de despedida «El vicio de cantar 1965-2022», que reunió en Barcelona, su ciudad natal, a más de 15.000 seguidores, entre ellos el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.

Serrat, una figura icónica tanto para el público español como latinoamericano, saludó al público con un «ja sóc aquí!» (ya estoy aquí), rememorando las palabras del que fuera presidente catalán, Josep Tarradalles, cuando volvió del exilio en 1977, tras el fin de la dictadura franquista. El de hoy es el último concierto de una gira que le ha llevado durante los últimos ocho meses por el mundo, incluida una multitudinaria actuación en México, antes de bajarse para siempre de los escenarios y después de anunciar hace un año que lo haría.

«Gracias por venir hoy, el día que solemnemente proclamo mi despedida por voluntad propia», añadió ante un recinto lleno de amigos, conocidos, admiradores y personalidades, que le recibieron con una gran ovación. El mundo de la cultura en España se volcó con Serrat, y también estuvo el de la política, como el presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, que acudió acompañado, entre otros, del ministro de Cultura, el catalán Miquel Iceta.

«Temps era temps» es la canción que abrió un concierto con un repertorio especialmente diseñado para Barcelona y repleto de canciones con alta carga emocional. «No os dejéis llevar por tentaciones de melancolía y nostalgia. Esto es una fiesta. Será el último concierto, ¡pero quiero pasármelo muy bien!», añadió el cantante, que se despide de los escenarios tras 58 años de carrera y cuando está a punto de cumplir 79 años.