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Incluye el famoso Adagietto, la banda sonora de «Muerte en Venecia», cinta de Luchino
Visconti.

  • Leonard Bernstein lo presentó en el funeral de Robert Kennedy en 1968
  • El maestro José Areán dirigirá esta magna sinfonía los días 10 y 12 de mayo en el Palacio
    de la Música 

Mérida 7 de mayo de 2024.- Por sus colosales dimensiones sonoras, la Sinfónica de
Yucatán, en un acto de audacia para cualquier orquesta del mundo, interpretará este fin de
semana la Sinfonía No. 5 del compositor austriaco Gustavo Mahler en la sala de Conciertos
del Palacio de la Música.
Las presentaciones de esta magna sinfonía, una de las favoritas del público desde su estreno
hace 120 años en Alemania, están programadas los días diez y doce de mayo a las 20:00 y
12:00 horas, respectivamente
El maestro José Areán dirigió a la OSY para la interpretación Sinfonía No. 4 de Gustav
Mahler en septiembre del año pasado y hará lo propio con la Sinfonía No. 5 escrita en la
tonalidad de do sostenido, una de las más queridas del público seguidor y admirador de la
música del compositor austriaco (1860-1911).
 
Estrenada el 18 de octubre de 1904 en el Gürzenich de Colonia, Alemania, bajo la dirección
del propio compositor, la sinfonía es de expresión puramente instrumental a diferencia de la
No. 4 que incluyó un pasaje para soprano solista.
Para muchos, además de la arquitectura musical de la Sinfonía No. 5 creada en cinco
movimientos, su gran atractivo y principal punto de reposo se encuentra en su Adagietto, el
pasaje musical más gustado, que fue atraído para película franco-italiana de 1971, “Muerte
en Venecia”, dirigida por Luchino Visconti.
La película se basa en el libro del Nobel de Literatura, Thomas Mann, quien admiraba a
Mahler al punto tal de llamar a su personaje Gustav, en su homenaje. El cineasta Visconti
lo transformó en músico (en el libro de Mann es escritor). La Sinfonía Nº 5 acompaña a
toda la película y el Adagietto corona el trágico y triste final de la misma.
El Adagietto es para muchos de sus seguidores el «mayor éxito» de Mahler, ya que ha sido
interpretado como una pieza independiente: El afamado director de orquesta, Leonard
Bernstein, la presentó en el funeral de Robert Kennedy en 1968.

Este lento movimiento, intimista, sentimental, está a cargo de las cuerdas y el arpa. Según
el músico Willem Mengelberg, el pasaje fue la declaración de amor de Gustav Mahler a
quien fuera posteriormente su esposa Alma.
En ninguna otra sinfonía Mahler luchó tanto con la instrumentación de la obra, cuyos
primeros bosquejos escribió en 1901. Todavía en 1911, año de su muerte, el compositor
volvió a revisar la partitura. Dicha versión apareció impresa hasta 1964 como parte de la
Mahler Complete Edition.
 
Fue en Viena, durante el comienzo de la composición de la Quinta Sinfonía, cuando Mahler
conoció a Alma Schindler, la bella hija del pintor impresionista Emil Jakob Schindler,
quien además era compositora y editora musical.
Mahler le propuso matrimonio en el otoño de 1901, y la sinfonía, con su trayectoria de luto
a triunfo, que dura aproximadamente 80 minutos, refleja este desarrollo en la vida personal
de su compositor.
 
Como algunas de las otras sinfonías de Mahler, la Quinta Sinfonía no se entendió en su
estreno. Después de una actuación fallida en Hamburgo en 1905, Mahler se quejó: «La
Quinta es una obra maldita. Nadie la entiende». Las críticas musicales en los años
posteriores al estreno fueron en su mayoría negativas. 
Sin embargo, un siglo después, la Quinta se ha convertido en una de las sinfonías más
populares de Mahler, y un crítico ha llegado a llamarla «una de las siete maravillas del
mundo sinfónico». 
Parte del problema para las primeras audiencias residía en los extremos de esta música: la
sinfonía es larga, está escrita para una orquesta gigantesca, y su música-drama está llena de
violencia sónica y psíquica.
Pero no toda esta sinfonía se ganó el desprecio del público. El cuarto movimiento, el
Adagietto («pequeño Adagio») anotado sólo para cuerdas y arpa, es una isla de calma en el
furioso tumulto de la Quinta Sinfonía. 
Hoy, la partitura es considerada una de las sinfonías más populares de Mahler. En las salas
de conciertos es una de las creaciones del género interpretadas con mayor frecuencia.


Los boletos para escuchar esta magna obra (300 pesos) están disponibles en los
mostradores de El Palacio de la Música o en la página web de la
OSY: www.sinfonicadeyucatan.com.mx