“Candidatos disfrazados de mayas”.

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Integrantes del Supremo Consejo de la Etnia Maya (SCEM) tildaron a los aspirantes a diputados federales Esteban Abraham Macari y Julián Zacarías Curi como “candidatos disfrazados de mayas”, ya que en ningún momento representan a los autóctonos.

Ante tal arbitrariedad, el candidato a senador por la 4T, Jorge Carlos Ramírez Marín, destacó la importancia de rescatar la lengua maya, por lo que propuso la creación de una iniciativa de Ley para que funcionarios y legisladores que representen a las culturas autóctonas del país sepan hablar el lenguaje de su comunidad, o bien, darles un plazo de un año para que aprendan, pues en caso contrario serían reemplazados.

Reprobó la actitud de Abraham Macari y Zacarías Curi, ambos de ascendencia libanesa, ya que en 2021 negaron ser indígenas, sin embargo, “tres años después, al comprar su título ahora dicen que si lo son” al registrarse como candidatos a diputado federal por el Partido Acción Nacional (PAN).

Durante la reunión que sostuvo con indigenistas, aseveró que “un maya tiene una característica social, genética, lingüística y cosmogónica que los hace únicos, y por todo ello se deben sentir orgullosos de ser quienes son”.

En presencia de los líderes de diversas comunidades de Abalá, Acanceh, Halachó, Hoctún, Kantunil, y Sanahcat, Ramírez Marín consideró de absurdo que un representante indígena no sepa hablar su lengua autóctona, por lo que es importante establecer las bases que están bien representados.

Remarcó la necesidad de contar Comités Indígenas en todo el Estado, para que tengan una representatividad, al mismo tiempo, los integrantes del CSEM solicitaron la creación de la Secretaría Nacional Indigenista.

Ramírez Marín comentó que el 20 por ciento de la población rural es maya y reconoció la migración que prevalece en numerosas poblaciones.

Desafortunadamente, la zona rural tiene el 60 por ciento de la pobreza del país, comentó en presencia de los consejeros del SCEM, Hernando Puerto y Juan Efraín Miranda Ontiveros.

Los presentes manifestaron que “desafortunadamente, los mayas ya no quieren hablar maya”, y lo peor de todo, a pesar que hace tres años se estableció un decreto para la conservación de esta lengua, el gobierno del Estado hizo caso omiso.

Ramírez Marín afirmó que los yucatecos deben estar orgullosos de su lengua, y para el rescate del idioma maya, lo ideal es que en las escuelas de Mérida se vuelva en una materia obligatoria, para luego abarcar las poblaciones conurbadas, y al final cubrir todo el Estado.