Lo que debes saber acerca del milagro guadalupano.
En México, Estados Unidos, América, Filipinas y en muchos otros lugares del mundo, el 12 de diciembre de todos los años se celebra el día de la Virgen de Guadalupe, la imagen con mayor culto entre los mexicanos.
¿Sabías que a lo largo de los siglos se han hecho múltiples estudios sobre la Tilma de Juan Diego?
Se ha estudiado la tela, las tintas o colorantes, el procedimiento de impresión, y, por increíble que parezca, las imágenes en los ojos de la Virgen y del obispo Zumárraga, las estrellas y sus constelaciones, la temperatura, latidos y dimensión áurea. Se han usado diferentes métodos científicos desde fotografía con rayos infrarrojos hasta al tecnología de ampliación y transmisión de imágenes digitales satelitales.
En 1751 una comisión de siete pintores, entre ellos Miguel Cabrera, Joseph de Alcíbar y José de Ibarra, comprobaron e informaron en “Maravilla Americana” que en la Imagen no es una pintura: no hay rastros de pintura ni pinceladas de ningún tipo, por delante ni por detrás. La imagen no podía explicarse como humanamente hecha.
En 1979 los norteamericanos Philip Callahan y Jody Brant Smith, asociados a un centro católico de estudios marianos, fotografiaron la imagen con cámara infrarroja y no encontraron explicación científica para la hechura del manto, túnica, manos y rostro de la Virgen.
En 1929 el fotógrafo Alfonso Marcué González identificó la imagen de un hombre reflejada en el ojo derecho, por ello profundizaron el análisis en los ojos y en 1951 José Carlos Salinas Chávez, descubrió un busto humano también en el ojo izquierdo; en 1956 el Dr. Javier Torroella-Bueno vio la curvatura del ojo al igual que en sus pacientes. Ese mismo año el Dr. Lavoignet, encontró el efecto Purkinge-Samson.
En 1974 el Dr. Graue reportó que ve el fondo del ojo «como en sus pacientes vivos». José Aste Tonsmann en 1979 culminó años de trabajo donde descubrió 13 imágenes en los ojos de la Virgen y a Juan Diego como reflejo en el ojo de una de las imágenes.
En 1982, el restaurador de arte José Sol Rosales examinó la imagen con estereomicroscopía e identificó sulfato de calcio, hollín de pino, en colores blanco y azul, tierras verdes (suciedad), redes hechas de carmín y otros pigmentos, y también oro. Rosales encontró en el trabajo materiales y métodos coincidentes con los de un trabajo humano del siglo XVI.
Norberto Rivera Carrera, arzobispo de México, comisionó un estudio en 1999 acerca de la factura del ayate, Leoncio Garza Valdés, un pediatra y microbiólogo que había trabajado previamente en el Sudario de Turín, reclamó una inspección de fotografías de la imagen en las que el descubrió tres imágenes superpuestas en la tilma.
La primera imagen sería la Virgen de Guadalupe de Extremadura, España con las iniciales M.A., en la segunda pintura la misma Virgen de Extremadura pero con rasgos indígenas y en la tercera la Virgen de Guadalupe del Tepeyac que conocemos hoy día.
Sin embargo, no pudo citar ningún otro observador independiente que haya visto las mismas características.
Gilberto Aguirre, quien acompañó a Garza-Valdés en el examen de 1999, examinó las mismas fotografías e indicó que, si bien estaba de acuerdo en que la pintura había sido extensamente forzada, se oponía a las conclusiones de Garza Valdés y sostuvo que las condiciones de realización del estudio fueron inadecuadas. La inexistencia de fotografías que comprueben la tesis de Garza Valdés, y el hecho de que esas tres imágenes sobrepuestas implicarían anacronismos históricos, ha desacreditado en medios investigativos las conclusiones de Garza Valdés. Al respecto él dijo a un periódico de San Antonio, Texas en el año 2002 lo siguiente:
—“El Dr. Garza-Valdés y yo tenemos las mismas imágenes, pero nuestras conclusiones son totalmente diferentes. No encuentro a nadie que esté de acuerdo con el Dr. Garza-Valdés…. En segundo lugar, afirma que el no sólo ve las otras dos pinturas, sino a un bebé desnudo de Jesús en los brazos de la Virgen, así como las iniciales M.A. y la fecha de 1556. Yo he estudiado estas fotos, pero no veo estas cosas”.
Tela
En 1946 el Instituto de Biología de la Universidad Nacional de México comprobó que las fibras procedían de un agave, es decir, un maguey. De acuerdo con el restaurador José Sol Rosales en 1982, el análisis al microscopio de la tela en donde fue pintada la imagen y su comportamiento indican que está hecha de una mezcla de cáñamo y lino, no de fibras de agave como se creía.
1. Los ojos: Los ojos presentan imágenes tan pequeñas que son solo visibles con tecnología moderna.
2. Cabello suelto: Para los aztecas, el cabello suelto era un signo de la virginidad.
3. 46 estrellas. El manto cuenta con 46 estrellas que forman constelaciones que se vieron desde México en 1531, el año en que se apareció Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego.
4. Manos: La mano izquierda de la imagen es morena, mientras la derecha es más clara, en representación de la unión de dos razas. Además, ambas se encuentran unidas en señal de oración.
5. Cinto: El cinturón que utiliza la Virgen es un símbolo de maternidad, evidencia del embarazo de la Madre de Dios.
6. Rayos: Los rayos que se proyectan desde el fondo de la imagen simbolizan el sol, divinidad azteca, y brillan con mayor fuerza a la altura del vientre de la Virgen, donde lleva al Niño Jesús.
7. Flor Nahui Ollin: La flor de cuatro pétalos o “Nahui Ollin” que adorna la túnica de la Virgen es el máximo símbolo náhuatl y representa la presencia de Dios.
8. La luna: La Virgen se presenta sobre la luna, entre el día y la noche, haciendo referencia al nombre del país “Metz-xic-co” que significa en el centro o el ombligo de la luna.
9. Ángel. Un ángel con alas de quetzal, pelícano y guacamaya, une con sus manos la túnica, que representa la tierra, con el manto que simboliza el cielo.

