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El islandés Felix Greatarsson se recupera satisfactoriamente de un trasplante de brazos y hombros que se le practicó en enero de 2021, 23 años después de que los perdiera tras recibir una descarga eléctrica de 11 mil voltios.

Felix Greatarsson, quien se sometió a principios de este año al primer trasplante doble de brazos del mundo, anunció que ya puede flexionar los bíceps y que está ansioso por abrazar a su esposa, hijos y nietos, de acuerdo con el diario británico Metro.

El hombre, que hoy tiene 49 años, recibió una descarga eléctrica de 11 mil voltios en 1998 mientras intentaba reparar una línea eléctrica en su natal Islandia, por lo que tuvieron que amputarle brazos y hombros para salvar su vida.

Para ello, los médicos mantuvieron al electricista en coma durante tres meses y le practicaron 54 operaciones. Tras ser dado de alta, recurrió a las drogas y al alcohol para sobrellevar la vida, lo que lo llevó a someterse a dos trasplantes de hígado.

Felix gastó en drogas la indemnización que había cobrado por el accidente. Posteriormente requirió un trasplante de riñón, pero los médicos lo condicionaron a que se mantuviera sobrio durante un año.

A partir de ese momento empezó a lidiar con su discapacidad con una actitud diferente. Se hizo empresario, se compró una casa y un coche. Para poder conducir su automóvil tuvo que aprender a utilizar los pies.

En 2007 vio anunciada una conferencia del doctor Jean-Michel Dubernard -fallecido recientemente- quien se hizo famoso por realizar el primer trasplante de mano exitoso en 1998. Feliz buscó a Dubernard, quien le dijo que para poder realizarle un trasplante tendría que mudarse a Francia, lo que hizo en 2013 cuando fue aceptada su solicitud de cirugía.

Fue en Lyon, Francia donde conoció a su actual esposa, Sylwia Gretarsson, de 33 años, en un bar local. Greatarsson lanzó una campaña para recaudar fondos en Islandia, que le permitiera pagar la operación de 170 mil libras.

En 2017 comenzó la búsqueda de un donante y fue hasta el 11 de enero de este año cuando lo consiguió, un día antes de que se cumplieran 23 años de su accidente.

Felix se sometió al trasplante de brazos que le cambió la vida. La cirugía duró 15 horas y se realizó en el hospital Edouard Herriot en Lyon, Francia. Tras seis meses de trabajo de rehabilitación, Greatarsson ya puede mover los brazos que recibió de un donante.

En memoria del doctor Dubernard, hace unos días Felix, su esposa Sylwia y el cirujano jefe de  de su trasplante, Aram Gazarian, se reunieron en el restaurante favorito del médico francés para rendirle homenaje. “Por supuesto, dejamos una silla vacía en honor a un gran hombre”, dijo Greatarsson en su cuenta de Instagram.

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