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Como se informó previamente, tras los hechos ocurridos en los que un equino de 11 años resbaló debido a unas manchas de diésel en la Calle 62 entre 55 y 57 del Centro de Mérida, el ejemplar fue trasladado por su dueño, Francisco Torres Velázquez, al Campus de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la UADY donde fue evaluado por el MVZ. Esp. José Manuel Blanco Molina, Coordinador de la Clínica de Grandes Especies de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UADY.

Tras haber sido revisado clínicamente y corroborar su buen estado de salud, se dictaminó que sus parámetros fisiológicos se encuentran dentro de los rangos considerados normales.

El especialista concluyó que, tras las pruebas y evaluaciones, no se encontró ningún signo clínico patológico o de enfermedad infectocontagiosa.

Además, tras la evaluación del aparato locomotor, el ejemplar no presenta ninguna alteración al caminar o trotar, tampoco muestra alguna respuesta dolorosa a la prueba de las pinzas para cascos, flexión de cuartillas, menudillos o hombros, ni a la flexión/extensión de los tarsos y cadera sin respuesta dolorosa.

De acuerdo con el dictamen, el especialista concluyó que el caballo de nombre «Naguini» se encuentra en condiciones de volver a trabajar sin poner en riesgo su salud. En ese sentido, se añadió que la única recomendación realizada al Sr. Eduardo Echeverría Ayala, Secretario General de la Unión de Conductores y Propietarios de Carruajes del Estado, quien acompañó al propietario durante la revisión del equino, fue el cambio de herrajes.

El especialista recordó que la Universidad Autónoma de Yucatán y la Unión de Conductores han estado colaborando durante más de 10 años. A través de este convenio, los miembros del sindicato llevan a los equinos para recibir atención médica, lo que permite a los alumnos y profesores realizar prácticas e investigaciones.

Blanco Molina puntualizó que, como cada año, se brindan recomendaciones y seguimiento puntual al estado de salud de cada uno de los ejemplares. Estos reciben atención cada 4 meses o cuando ocurre algún imprevisto, como el sucedido en días previos.

Si algún caballo sufre daño en su salud, no se le permite trabajar y se notifica al sindicato.

Por su parte, Echeverría Ayala informó que se siguen al pie de la letra dichas recomendaciones, las cuales incluyen, en esta temporada de calor, no realizar recorridos en las horas de mayor temperatura. En ese sentido, cada caballo realiza un máximo de 3 recorridos por jornada laboral, la cual no excede las 8 horas, y se mantiene hidratado en todo momento.

El secretario general recalcó que se mantiene un contacto y vínculo estrecho con los doctores de la Universidad Autónoma de Yucatán. Por lo tanto, cada animal tiene un expediente médico donde se incluyen sus valoraciones.

Además, se mantiene comunicación con las autoridades municipales para dar seguimiento a las condiciones de trabajo de los cocheros y sus caballos.

Por último, Amelia Lizcano, MVZ. Esp. en medicina y cirugía de caballos, supervisó la evaluación del equino.

Recalcó que durante las pruebas realizadas a los ejemplares se valora el peso, las condiciones del corazón, la respiración y la altura. También se valora el sistema digestivo, neurológico y el aparato locomotor.