El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, dijo que se opone al uso de una ley que permita movilizar a los militares para frenar la ola de protestas contra el racismo y la brutalidad policial que sacude al país.
El jefe del Pentágono indicó que las fuerzas militares deberían ser usadas como un último recurso y sólo en las situaciones más urgentes y graves.

Casi diez días después de la muerte de George Floyd, un ciudadano negro que fue asfixiado por un policía blanco en Minneapolis, las movilizaciones continuaron en varias ciudades, pese al toque de queda decretado ante de los disturbios registrados el fin de semana.