Compartir

El papa Francisco reconoció que se cometió un «genocidio» contra los indígenas de Canadá al regresar este sábado a Roma de una agotadora visita de seis días a ese país al término de la cual admitió que deberá reducir su ritmo de viajes o hacerse «a un lado».

El pontífice argentino, al que se vio con frecuencia agotado y en silla ruedas por sus problemas de rodilla, hizo un balance de su viaje ante los periodistas que lo acompañaban en el vuelo de regreso a Roma.

Te recomendamos: Papa Francisco ve viaje a Canadá como «peregrinación penitencial»

«No creo que pueda mantener el mismo ritmo de viajes que antes. Creo que, a mi edad, y con estas limitaciones, tengo que guardar un poco mis fuerzas para poder servir a la Iglesia, o por el contrario pensar en la posibilidad de hacerme a un lado«, dijo Francisco, de 85 años. El pontífice afirmó que esto «no es una catástrofe».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *