Fortalecimiento de la horticultura en México.

La horticultura protegida se proyecta como una pieza clave para el campo mexicano ante la amenaza de aranceles del presidente, Donald Trump.

Actualmente, los productores buscan contrarrestar la posible afectación de los aranceles que, de materializarse, impactaría en el volumen de las exportaciones mexicanas al mercado estadounidense y la pérdida de productos perecederos con las implicaciones económicas que esto conlleva.
Ante este escenario, la agricultura protegida juega un papel fundamental para detonar la productividad en el campo mexicano y atraer inversiones de Europa, Canadá o Asia, ya que logra mejorar la calidad y sanidad de los productos, lo que facilita la certificación para exportar a países con estándares estrictos.

En un entorno arancelario, reducir costos resulta prioritario y este sistema de agricultura emplea menos agua, energía y fertilizantes, haciendo más rentable la producción. Los invernaderos, casas sombra, hidroponía y sistemas de riego contribuyen a optimizar recursos y permiten cultivar fuera de temporada, ofreciendo todo el año productos frescos, accediendo a precios más altos.
Por otro lado, México también podría fortalecer su consumo interno con precios más accesibles para los consumidores nacionales y minimizar el impacto de los aranceles.

De esta forma, la tecnificación del campo y el impulso a la agricultura protegida para producir más con menos recursos resulta indispensable para diversificar mercados, reducir costos y agregar valor a la producción agrícola.