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Los impartidores de justicia tienen la responsabilidad de hacerse de mecanismos que permitan brindar la mejor atención, así como generar estrategias idóneas para facilitar la reinserción social de las juventudes por lo que el Centro Especializado en la Aplicación de Medidas para Adolescentes (CEAMA) cuenta con todo el apoyo del Poder Judicial para seguir procurando que al concluir sus procesos, los adolescentes desarrollen actividades productivas y sanas, afirmó el presidente del Poder Judicial, Mario Alberto Castro Alcocer.

De visita en dichas instalaciones, el titular del Tribunal Superior de Justicia hizo hincapié en la importancia de seguir garantizando el respeto a los Derechos Humanos de ese sector, pues es necesario reinsertarlos a la sociedad mediante acciones con enfoque humanista y empático.

El también presidente del Consejo de la Judicatura estuvo acompañado por Patricia Gamboa Wong, magistrada titular de la Sala Unitaria Especializada en Justicia Penal para Adolescentes y las Consejeras María Ely Farfán Flores y Mariana Gaber Fernández Montilla, quienes fueron recibidos por la directora del CEAMA, Anastasia Castillo Tiburcio.

En el lugar, ubicado en el periférico poniente de esta capital, dan servicio los dos juzgados especializados en Justicia para Adolescentes, que son atendidos por las juezas Manuela Francisca Chiu Dorantes y Silvia Carolina Estrada Gamboa, así como el juez Luis Alfredo Solís Montero.

Tanto a ellos, como al personal administrativo Castro Alcocer les agradeció la labor que llevan a cabo todos los días para juzgar con perspectiva y sensibilidad al tener en cuenta que se abordan los derechos de personas adolescentes, a quienes debe asegurarse que impere el interés superior de la niñez.

Por su parte, las juezas y el juez señalaron estar conscientes que la vulnerabilidad que estas personas pueden sufrir se debe a raíz del abandono, falta de información o malas influencias, por mencionar algunos factores, por lo que el llamado a todas aquellas personas que rodean a la población infantil y las y los adolescentes es garantizar su bienestar para evitar que tengan problemas con la justicia.

En el caso del CEAMA, la institución ha procurado una atención sensible y adecuada como parte de esas tareas de acompañamiento para una vida apartada de los conflictos, además de labores escolares, de esparcimiento y el aprendizaje de oficios como la herrería, el corte y confección, así como la reciente actividad de jardinería.

A partir de la pandemia, esta actividad de siembra y cuidado de plantas tuvo mucha aceptación entre los adolescentes quienes han habilitado un área que se encontraba desaprovechada para convertirla en un vivero en el que siembran desde plantas de ornato, hasta jícama, jamaica, cilantro, rábano y otras verduras que utilizan para sus propios alimentos.

Otro de los oficios que tiene éxito entre los jóvenes, es la herrería, a través de la cual han elaborado sillas y adornos con ese material que se exhibe en la entrada del CEAMA y cuyas ventas las destinan para ahorrar o darle a sus familias.

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