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Roberto Ojeda – columnista

Durante la semana pasada se levantó la polémica cuando en un acto consensuado y planeado, el alcalde electo Renán Barrera Concha, y el presidente del Partido Acción Nacional, Marko Cortés, le levantaron el brazo a Mauricio Vila Dosal como uno de los posibles aspirantes a ser candidato a la Presidencia de la República por parte del partido blanquiazul. Todos los medios locales se dieron vuelo con la noticia, varios nacionales también lo dieron a conocer y voltearon a ver al gobernador del pequeño estado del sureste del país. Las casas encuestadoras comenzaron a poner el nombre de Vila Dosal en sus registros, dando inicio con esto la carrera por la candidatura. Una vez pasada la sorpresa inicial, creo que estamos en el momento preciso para analizar si realmente el gobernador de Yucatán reúne las condiciones necesarias para ser elegido como el representante de Acción Nacional a nivel nacional en unas elecciones tan importantes…pues bien, la respuesta de bote pronto es NO, no las tiene. Hay que ser claros, es muy tentador que en estas horas difíciles para el PAN y ante la ausencia de liderazgo o de gobiernos verdaderamente importantes, el nombre del gobernador salga como una opción, pero no hay que engañarse, *en este momento* Mauricio Vila no sería candidato a la presidencia de la República, ya que le falta muchas de las cosas que se requieren para eso, siendo la primera el conocimiento de la población a nivel nacional. Es por eso que Barrera Concha y Marko Cortés hicieron bien al lanzarlo a 3 años de que se lleve a cabo la contienda, pero a solo 2 de que se definan candidatos, ya que era necesario poner al gobernador de Yucatán en la mira de todo el país y que las personas vayan ubicando su nombre, ya que la realidad apunta a que los mexicanos están, en términos generales, ante un total desconocido. Yucatán es un estado que tiene un porcentaje mínimo del PIB de todo el país, y también su impacto político en el contexto nacional es muy reducido. Sí, es cierto que estamos de moda, y que somos el más seguro del país y el gobernador ha hecho un trabajo aceptable, pero al final en la decisión política eso es algo que no influye tanto como otros aspectos, como vendrían siendo tu posición en el centro y la relación con los grupos de poder, así como el conocimiento que la ciudadanía tiene de ti. *En este momento*, dentro del PAN hay personas que le pueden hacer competencia e incluso tener mejores posibilidades de ser candidato, como vendrían siendo Ricardo Anaya, quien desde que perdió en el 2018 no ha dejado de girar por todo el país, copiando la estrategia que en su momento realizó Andrés Manuel López Obrador. Es el panista más conocido y estoy seguro que querrá repetir en el 2024 como candidato. También tenemos a Francisco Domínguez Servién, gobernador de Queretaro, otro de los estados con más crecimiento en los últimos años, y en donde el PAN refrendó su hegemonía al ganar Mauricio Kuri las elecciones con un 54% de los votos, con los que la ciudadanía avaló la gestión que ese partido está realizando. Además, el llamado “Pancho Domínguez” ha sido puesto como presidenciable por la agrupación México Elige, quien lo colocó en segundo lugar detrás de Ricardo Anaya. Pero además hay que sumar otro factor a la ecuación: la alianza PAN-PRI-PRD y posiblemente Movimiento Ciudadano. Si sumamos ese panorama tenemos que por el lado de MOCI se encuentra Enrique Alfaro, gobernador de uno de los estados más importantes como es Jalisco. A el le tenemos que sumar una figura que ha tenido un ascenso meteórico con un apellido que evoca a una era truncada, me refiero a Luis Donaldo Colosio Riojas. Ojo, sin embargo, esto no significa que esté descartando del todo al gobernador, solo que en este preciso instante Vila Dosal no tiene cómo competir y ser candidato, pero eso no significa que en 2 años el panorama vaya a ser el mismo. Tendrá el Tianguis Turístico para exhibirse y estoy convencido que echará mano de todos sus recursos (y no me refiero solo a económicos) para obtener más promoción a nivel nacional. No sabemos si le alcanzará, pero seguro le dará para negociar posiciones para él y los suyos. Vila Dosal es joven y él sabe estos tres años le servirán para codearse con los máximos liderazgos del centro y norte del país. Quizás en un futuro y mientras no ocurra nada extraño (como algún megaescándalo de corrupción) seguirá con su carrera política en un puesto de verdadera relevancia, como la senaduría o incluso la dirigencia nacional del PAN. Y ya luego de un cargo así, con los amarres empresariales y políticos, así como una mayor exposición nacional a su disposición, entonces sí hablaremos de posibles candidaturas.

Tendría que pasar algo muy extraño para que el gobernador de un pequeño estado del sureste sea candidato a Presidente de la República…pero quién sabe, a lo mejor esté completamente equivocado. Si es así, les debo otra columna…

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